domingo, 7 de diciembre de 2008

Ahora Bin Laden, ¿mañana los OVNIS?

Si realmente la llamada Guerra contra el Terrorismo fue armada con el fin de tomar posesión de territorios ricos en petroleo, si las torres gemelas fueron en verdad demolidas, haciéndonos creer que fue un atentado, porqué no pensar que el próximo paso sea iniciar una guerra mundial contra supuestos ataques de supuestos OVNIS, la cual lleve a una unificación mundial, con el supuesto objetivo de unirnos contra el enemigo, y terminemos todos bajo un gobierno mundial único, con el poder establecido en un puñado de personas... casi casi como es hoy en día, pero de manera oficial y popular... aceptada por los habitantes del mundo, quienes desesperados por sus vidas, buscando ayuda, aceptarán este gobierno único, con el supuesto objetivo de defender a la humanidad, de la misma manera que el gobierno de EEUU con su guerra actual, supuestamente "defiende la paz" de su territorio. Quizá a varios les suene ridículo. Yo lejos de pensarlo ridículo, siento escalofríos.

Recomiendo vean este video, que forma parte de una serie con la que en general no estoy de acuerdo... pero que en este caso considero merece la pena ser visto, aunque sea por curiosidad.

http://www.youtube.com/watch?v=5Bi-LjvYRLk&feature=related

sábado, 29 de noviembre de 2008

El elefante bañandose en el lago Ness

















Creo que no hace falta aclarar nada más.

martes, 25 de noviembre de 2008

La Reforma Deforme

En 1994 en se decidió que había llegado el momento de modificar la Constitución Nacional Argentina.
Una de las Reformas, se basó en que el en ese momento Presidente de la República, el Musulmán Carlos Saúl Menem, había tenido que cambiar su religión al Catolicismo, para de esa manera poder postularse a Presidente. Entonces la reformaron y cambiaron "debe pertenecer a la religión cristiana" por “….respetando sus creencias religiosas…”
Yo, como tantos otros, no formo parte ni creo en ninguna religión.

No lo quisiera ni estaría apto para hacerlo, pero de querer postularme a Presidente argentino, sin haber cometido delito alguno, siendo ciudadano de este país al cual quiero y después de gritar los goles de la selección y saltar ante el "el que no salta es un inglés" y tomar mate y pensar que si alguna vez tengo un hijo, quiero que nazca acá y a pesar de muchas otras cosas que un día que me levante pesimista detallaré, nuestra Constitución Reformada, la que actualmente guía nuestro camino, dice que yo, así como todos los que no tenemos una religión, no podemos proponernos para ser elegidos Presidente de nuestro país.

Una Democracia precisaría alguna que otra nueva Reforma un día de éstos.

martes, 11 de noviembre de 2008

Todo tiene su consecuencia...

Hace dos años que no festejo navidad y hoy me doy cuenta que algo cambió. Me estoy quedando sin remeras.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Experimentar

Hace unos años experimenté lo que es estar con una veinteañera. Hoy en día estoy descubriendo como es estar con una de veinticinco y al día de hoy mis planes a futuro son, en unos cinco años, experimentar con una de treinta y dentro de treinta probar como es estar con una mujer madura. Se llama María.

domingo, 19 de octubre de 2008

¿Cuál es el Centro?

La mayoría de los hombres se suicida con un tiro en la cabeza y la mayoría de las mujeres, con un tiro en el corazón.

Opción 1) La mujer siente que su "punto vital", su eje, su centro, pero también su Talón de Aquiles, es su corazón; la conclusión, posiblemente llena de pomposas frases metafóricas que puedan llegar a surgir de la imagen corazón-amor (ésto último, en cualquiera de sus formas) la dejo a criterio del que lee estas líneas.

Opción 2) La mujer no quiere bajo ningún punto de vista arruinar su rostro con un tiro y piensa "de última, tetas, tengo dos" y así decide dispararse en el corazón.

La parte de que la mayoría de los hombres se mata con un tiro en la cabeza, no tiene demasiado sentido darle mucha vuelta, dado que no tengo punto de objetividad, ya que me encuentro en el grupo de gente que, de tener que matarse con un tiro, lo haría apuntando a la cabeza. Y por otro lado, porque es lo más lógico, a la hora de morir lo más rápido y con el menor sufrimiento posible, volarse el cerebro, en nuestro centro... ¿o ese no es tu centro?

martes, 14 de octubre de 2008

La Presentación

Señoras y señores, ésta es la hilacha... tenía ganas de mostrarla.

lunes, 13 de octubre de 2008

El Día de la Secretaria

Como el día del padre, de la madre o de la familia, como navidad, o el día de los enamorados, el día de la secretaria, en principio, es un invento para sacarle plata a la gente.

Desde 1952, acercándose el 4 de septiembre los jefes empiezan a pensar en que regalarle a su secretaria, las secretarias a pensar que les regalará el jefe (o como negarse a particulares pedidos luego de un perfume importado), la mujer del jefe a volver a plantearse hablar con su marido para ver si ésta vez puede explicarle porque su secretaria debe tener 20 años y ese cuerpazo, si su tarea es atender el teléfono y llevarle la agenda y por último el novio de la secretaria a deducir el porqué de las rodillas raspadas de su novia… en definitiva, el día de la secretaria saca a la luz una vez al año, ciertas realidades que no todos están con ganas de andar mirando demasiado.

Es como el día de los enamorados, tan feliz para quienes lo están y tan poco feliz para quienes no, o el día de la familia para quienes no la tienen… pero hay algo en este día que tiene olor aún más putrefacto ¿Porqué los regalos para las secretarias en su día, tienen una relación tan directa con los regalos que un hombre haría a una mujer a quién quiere seducir? Flores, perfumes, bombones… y a nadie le parece mal… de hecho, dando algunas vueltas por páginas que venden regalos para secretarias, es difícil encontrar regalos distintos a los nombrados…

La mujer del jefe lo sufre, el novio de la secretaria lo sufre, la secretaria quizá lo sufre a medias, mientras el jefe banca con su tarjeta de crédito el sufrimiento de los dos y medio y mantiene vivo el día de la secretaria, perpetuando el sufrimiento de generaciones y generaciones de seres humanos, año tras año, cada 4 de septiembre.

lunes, 22 de septiembre de 2008

La objetividad como objetivo inalcanzable o el comienzo de la paranoia

Estoy en una reunión. Hay gente que conozco bastante y gente que no conozco. Me encuentro hablando con uno de los que más conozco. Hablamos de cualquier tema, mechando con tragos de cerveza. Todo está tranquilo, cuando de pronto algo se dispara. La conversación no cambia su tono, seguimos hablando de cualquier tema, pero de pronto algo cambia, una espina se clava: la sensación de que independientemente de lo que me esté diciendo esta persona, hay un subtexto que me agrede... un comentario que me da la sensación de que por debajo de lo que me está contando, hay un mensaje que habla de lo que esa persona realmente piensa sobre mí; y no es nada feliz.
Imposible seguir escuchando la anécdota. Todos mis sentidos se erizan, buscando indicios en esas palabras banales, que sumen a la idea de que hay un mensaje oculto, que hay algo detrás.
Esa búsqueda tiene un fin concreto: conseguir decir algo al menos igual de banal, que funcione a modo de escudo anti espinas, o quizá, de espina algo más gruesa... dicen que la mejor defensa es un buen ataque.
La reunión continúa su curso, la charla también. Nada.
Vuelvo a mi casa y me acuesto. Me quedo pensando en lo sucedido. Le doy vueltas y vueltas. No me preocupa ese comentario, esa espina en particular. Me preocupa seguir sintiendo esos subtextos, esas presencias en las palabras del día a día, sin poder dilucidar si se trata de una sensibilidad para captar esencias del inconciente en las palabras o de un comienzo de paranoia.

jueves, 28 de agosto de 2008

Dejar de fumar

Una vez más voy a dejarlo. Definitivamente. Sacando el humo por la nariz y reventando el cigarrillo contra el cenicero, me digo a mi mismo: “el último”.

No tengo más cigarrillos en casa. Es lógico: dejo de fumar al acabar el atado, no antes. El último cigarrillo de mi vida es justamente ese último Marlboro.

Tiro las cenizas en un frasco, así podré ponerle una etiqueta y mostrárselo orgulloso a todo el mundo: esas son las cenizas del último cigarrillo que fumé en mi vida. De película digamos…

Pasan tres horas. Veo que el cenicero tiene tres colillas aplastadas.

Pasan cuatro horas. Veo que en realidad el cenicero tiene dos colillas aplastadas y una a la que le queda una pitada.

Colillas. Así empecé a fumar. Colillas levantadas de las calles de Bariloche, donde solía veranear junto a mi familia. Diez, once años.
Las juntaba caminando calle arriba por la Belgrano, volviendo a la casa para tomar la merienda. Las tostadas no habían saltado aún, entonces me escabullía por el costado del quincho, acariciando el tronco de la araucaria. La Cueva. Así le llamaban mis primos mayores. Un espacio de unos dos metros cuadrados, tapados por la ya mencionada araucaria y algunos arrayanes. A un lado, la pared del quincho, al otro, cañas de bambú.

Los fósforos estaban escondidos en una bolsa de plástico, entre las cañas. Tomaba una colilla, miraba la marca, encendía un fósforo y daba unas caladas, tosiendo el humo hasta terminarlo. Entonces encendía otro.

En aquella época fumaba a escondidas. Durante la adolescencia fumé frente a mis padres. A los veintiuno, en un intento desesperado por conseguir dejar de fumar, dije a toda mi familia que lo había dejado.

Entonces volví a fumar a escondidas. La ventana abierta, los desodorantes. Obviamente duró poco esa situación, y volví a fumar oficialmente.

Hoy, 29 de agosto de 2008, a solo 5 días de mi cumpleaños número 25, de cumplir un cuarto de siglo, volví a apagar un cigarrillo despidiéndolo como el último. Y a las pocas horas a esa colilla le quedaban dos pitadas.

Primeras letras

Ganas de escribir algunas cosas para que sean leídas por quienes quieran leerlas... y ya que no cuesta nada, armé este blog.
Ideas (di) Sueltas