jueves, 12 de noviembre de 2009

Firma y aclaración

Alguna vez me sorprendió que mi abuela firmara los mensajes en el contestador telefónico.
Un mensaje para mi papá, termina, por ejemplo: "...besote, mamá".
La primera vez pensé que se estaba mandando un beso a ella misma.

Incluso recuerdo que alguna vez se habló del tema en una cena en casa: ¿Que sentido tenía firmar un mensaje del cual no había duda alguna a quién pertenecía? "Y bueno, la abuela tiene esas cosas", creo que dije en aquella oportunidad.

Hoy tomé conciencia leyendo un mail (de un amigo del cual no dejo y creo no dejaré de aprender nunca) que yo siempre firmo los mails que envío a gente con la que me escribo cotidianamente, como si hubiera alguna duda de quién es el que lo envía.

Mi abuela probablemente firma los mensajes telefónicos por la costumbre de firmar cartas. Exactamente eso es lo que me pasa a mí con los mails (por haber firmado otras cosas, porque debo haber escrito veinte cartas en toda mi vida).

Estas son las cosas que siento me permiten vivenciar en carne propia, lo que será inevitable.
"Y bueno, el abuelo tiene esas cosas".

Mati.

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